Extracto de CERTEZA DE SER
Debo decir ante todo, sintiéndolo mucho, que no puedo atribuirme ninguna iluminación, ni experiencia espiritual especial, ni revelación alguna… Ni siquiera guardo en la memoria ningún tipo de significativo “paseo por un parque” o alguna “noche de angustia existencial” especial que hayan transformado mi vida para siempre llenándola de beatitud o de elevada sabiduría…Tal vez haya habido algún que otro evento de ese tipo, pero, si lo hubo, desde luego lo he olvidado. En este asunto, como en tantos otros, tengo muy mala memoria…No puedo por lo tanto basar en nada de esto una supuesta “autoridad espiritual”. Y lo digo, porque son muchos los que suponen que atesorar algún tipo de experiencia así “imprime carácter” y es una condición imprescindible para tener “autoridad” para hablar de todos estos temas. A mí, desde muy pronto, se me enseñó que tal “autoridad espiritual” está siempre dentro de nosotros y además suele estar por sí misma muy atenta, porque cuando surge una “pobreza” y un profundo anhelo de comprender nunca faltarán todo tipo de ayudas para conducirnos muy oportunamente… Por otra parte, lo que quiero señalar en este libro está basado totalmente en experiencias universales y no en experiencias individuales especiales o místicas que nadie podría realmente contrastar, sean estas como sean.
Lo que aquí se dice no tiene en absoluto tampoco como objetivo “mejorar” a la persona. No es un manual de autoayuda ni ninguna clase de terapia. Aquí lo que se descubre esencialmente es que no hay en realidad nadie a quien ayudar… pero si esto fuera una ayuda o una terapia, sería más bien una especie de ayuda o terapia “definitivas”…un “asentimiento” final a la totalidad de uno mismo y de toda la existencia.
Por lo demás, este libro no recomienda ni promueve cursos, seminarios, retiros silenciosos, ni nada de este tipo, así como tampoco se mencionan en él prácticas, contemplaciones, ni meditaciones de ninguna clase, sean como sean… Nada de eso es necesario para ver lo que pretendo señalar y desde luego es totalmente seguro que ningún curso, retiro, práctica o meditación, aun pudiendo tener otras utilidades, serán capaces de llevarnos más lejos.
En definitiva, esta no es una comprensión que pueda ayudarnos “espiritualmente” según lo que se entiende actualmente por “espiritual”, es decir, un recauchutado de poca espiritualidad y mucha psicología, cursilería, ciencia, negocio, moda y superstición.
Por lo tanto, no es tampoco algo que pueda transmitirse a una multitud, ni está donde las multitudes suelen estar...
Anterior a la idea de ser tal o cual persona, anterior a cualquier tipo de razonamiento o pensamiento, hay una innata “certeza de ser”. Una desnuda o pura consciencia que es y conoce que es. Esta es siempre, no la mayor, sino verdaderamente nuestra única e incuestionable certeza.
La verdadera estatura de este "yo" es el Sí mismo de todo el universo.
Si Eso, esta pura consciencia, esta profunda “certeza de ser”, es la totalidad de lo que aparece como yo y como mundo, ¿Puede quedar algo fuera de Eso?
¿Puede haber algún pensamiento, sentimiento, sensación o cualquier otra cosa que “oculte” o “nuble” Eso?
Todos estos malentendidos, divisiones y aplazamientos de esta simple verdad son los que alimentan la búsqueda con su confusión, sus farsantes, sectarismos, negocios y otras miserias inevitables dentro de ella…
¿Es nuestra “certeza de ser” una teoría o una práctica? ¿No es un conocimiento igual de inmediato que ver un árbol o una nube?
¿No es absurdo querer "fabricar" una experiencia para conocer la Realidad, cuando Ella es tanto el contenido de todas las experiencias como Quien las conoce?
La dualidad no es el problema, sino el no haberla comprendido. El no conocer en profundidad que ésta es solo una apariencia en la Realidad no-dual que somos.
En cualquier caso, será siempre una comprensión profunda e intuitiva de la realidad de las cosas y no la ausencia de pensamiento lo que nos hará libres.
La devoción y el afecto profundo son cualidades absolutamente inseparables en la realización de esta verdad y son totalmente imprescindibles.
Cuando mires en tu "certeza de ser", en esta pura consciencia, y constates cómo todo surge y desaparece en ella, simplemente no harán falta ya más preguntas ni más explicaciones.