NUEVO LIBRO









UNO MÁS UNO IGUAL A UNO
(Editorial Trompa de Elefante)






Hay dos significativos obstáculos que suelen hacer que pasemos de largo sin atisbar la salida, y marcan además una diferencia notable entre unos mensajes y otros:

Uno es el empleo de palabras como “iluminación” en lugar de, sencillamente, comprensión. Poco importa que esa “iluminación”, en algunos mensajes de no-dualidad contemporáneos se disfrace y se nos explique que es otra cosa diferente de lo que pensábamos, o que se trate de poner al día el concepto, secularizándolo y diciendo que es un evento que a “nadie” le ocurre…o un algo inexplicable pero muy natural que, de algún modo hay que pillar y que, automáticamente, nos liberará… La intención detrás de todo esto es siempre la misma y la confusión que engendra es también siempre similar, porque lo que se nos está indicando, más o menos tácitamente, es que hay que lograr una cierta experiencia singular (aunque se pretenda natural) que algunos disfrutan y otros no. Una característica común en este tipo de mensajes es minusvalorar  la comprensión y el darse cuenta, considerándolos algo meramente intelectual. Si alguien se empeña en usar las palabras iluminación, ya sea a la antigua usanza o en cualquier otro formato remozado, debe recordar que nunca tendrán otro significado diferente al que siempre han tenido: auto-conocimiento.

El otro obstáculo importante y que diferencia enormemente unos mensajes de otros, es el empeño constante de algunos en des-espiritualizar toda esta enseñanza pensando así que se hace más práctica  o más actual. La obsesión de que esta comprensión no necesita ya para nada el lastre de pasadas religiosidades y de que hay que esquivar a toda costa todo lo que nos lo recuerde, convierte a menudo el lenguaje de cierta no-dualidad contemporánea en una particular jerga plana y redundante…mucho más inaccesible y ambigua para los no iniciados, desde luego, que la mayoría de los lenguajes religiosos tradicionales. Este enfoque, que pretende ser neutro, proporcionará también, evidentemente, un resultado neutro, pero en el peor sentido de la palabra: no será capaz de alcanzar nuestras entrañas ni nuestra verdadera dimensión. Esta comprensión de lo que Somos no se deja convertir fácilmente en otra terapia más de las que podemos usar para mejorarnos.


******


La comprensión y la verdadera certidumbre no nacen de práctica
alguna, ni de una mágica iluminación, ni son el resultado de haber pillado por fin la respuesta correcta al acertijo espiritual; ni tampoco, solamente, de escuchar lo que Somos un montón de veces, de formas diferentes y desde voces diferentes; aunque muchos mensajes actuales puedan dar esa impresión.

…hay una especie de necesario desencanto que precede o
acompaña a la comprensión. Aunque estemos claramente
imantados hacia el auto-conocimiento, vemos que, todo lo encontrado en nuestra búsqueda (aún teniendo su utilidad), ha terminado inexorablemente siendo como un “rascarse el pie con el zapato puesto”. Este desencanto al que me refiero, evidentemente, no nos conduce a mandarlo todo a paseo para regresar a echar otra cabezadita en el sueño anterior, porque esta búsqueda no es, ni mucho menos, una cosa más como las muchas que solemos emprender en la vida para tratar de mejorarnos…, y, una vez bien empezada, es ya muy, muy difícil de abandonar. Es, más bien, un desencanto que puede impulsarnos a mirar mejor y en la dirección adecuada.

Espero que este libro les pueda decir algo especialmente a ese tipo

de desencantados.


  
 -------------------------------------------