La sensatez, es la nota dominante en las palabras de las recientes grandes figuras del Advaita, también cuando abordan los temas de conocimiento y liberación o de práctica y reflexión.
Aún estando condicionados por su respectiva época y lugar, es difícil encontrar en sus mensajes originales ese afán de crear prácticas y sistemas que tanto abunda en sus comentaristas y “administradores” posteriores…Es evidente que sólo el conocimiento puede desvanecer la ignorancia y que este conocimiento sólo se logra con una adecuada comprensión de lo que somos. La permanencia en ello, la profundización en ello o el alejamiento de ello, son sólo y exclusivamente apariencias y dependen también del grado de esta comprensión y convicción. Con los conceptos de esfuerzo, logro, pérdida, permanencia, alejamiento, etc., comunicamos nuestras vivencias personales relativas y condicionadas, pero no es fácil usar estos conceptos sin quedar enredados y pringados en ellos otorgándoles una realidad que en absoluto poseen. A esto se debe la sensatez y la cautela de todas estas grandes figuras, la grandeza y la apertura de los “acercamientos” que recomiendan ( a pesar, repito, de todos los que intentan sistematizar lo que no era un sistema y complicar lo que no era complicado ) y la variedad de respuestas en los diferentes casos.
Aunque todos ellos señalan, cada uno a su manera, hacia esta presencia consciente, este yo soy, esta primera persona, esta sensación de ser etc. como el lugar no conceptual de la esencia o pura consciencia, su cautela se debe a que este, no es ya un terreno con el que se puedan usar eficaz y, sobre todo verazmente, conceptos como: necesidad o voluntad o progreso o esfuerzo o logro o incluso permanencia…
Así pues, los mayores despistes y estancamientos que ocurren durante esta búsqueda, se producen, al menos en occidente, no sólo por la difusión de una versión cómoda, parcial y superficial de todas estas verdades, esa “India fácil” que decía Cioran, a la que estamos tan acostumbrados, sino también por la falta de tiempo que algunos tienen para apreciar y paladear las sutilezas de esta “nada”. Pasan de largo de su propia realidad y regresan a la mente, siempre practicando algo, creyendo que de esa manera encontrarán más y más...
No citaré sobre este tema ni a Nisargadatta Maharaj ni a Ramesh Balsekar, de entre las personalidades más recientes que enfocan estos aspectos en la forma anteriormente expuesta, pero sí me gustaría añadir tres citas que he encontrado últimamente:

“La auténtica sadhana( práctica espiritual) consiste en no olvidarse del Sí Mismo, no en sentarse tranquilamente con los ojos cerrados. Tú siempre eres el Sí Mismo. Simplemente, que no se te olvide.” Ramana Maharshi

“La liberación en la vigilia o vida empírica sólo es posible por la contemplación de la naturaleza de la realidad, porque la ignorancia es significativa solamente en la esfera del intelecto. Los trances místicos sólo confirman nuestra experiencia ( de Pura Consciencia) durante el sueño profundo y no son indispensables para el conocimiento vedántico.” Satchidanandendra Saraswathi ( Advaita Vedanta tradicional)

“No debemos pensar o creer nunca que el logro de la pura consciencia o Atman es una especie de estado sublime, elevado o inspirado; incluso si tal clase de emoción o sentimiento o estado altamente sublime o inspirado es alcanzado por alguien, nunca será un estado permanente. Incluso en el caso de que fuera permanente ¿podría ser determinado como última realidad?” D.B.Gangolli (Advaita Vedanta tradicional)

“P: A pesar de que reconozco que soy esta inmutable consciencia, hay siempre un sentimiento de que aún no la tengo. ¿Por qué me sucede esto?
“R: No puedes tenerla porque ya eres Eso ¿Lo entiendes?
“P: Sí.
“R: Bueno, entonces olvida el tratar de tenerla y simplemente sé Eso. Detén la búsqueda. Simplemente permanece en lo que es. Obsérvalo y conócelo. Ello mismo se te revelará.” Sailor Bob Adamson ( Diálogo)